Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), en 2022 las ventas globales de vehículos eléctricos superaron los 10 millones de unidades y representaron cerca del 15% del mercado automovilístico global. En esta transición hacia la electrificación del transporte, los vehículos híbridos, que combinan un motor de combustión interna con un motor eléctrico, también son parte integral del cambio, algo que ha provocado una inevitable transformación en numerosos procesos dentro de la industria del motor.
Hoy te mostramos las diferencias clave en la fabricación de vehículos de combustión, eléctricos e híbridos desde la perspectiva de ARITEX, para que conozcas cómo la industria está adaptándose y evolucionado para responder a las nuevas necesidades tecnológicas.
Tabla de contenidos
Vehículos de combustión: Máxima optimización
Así, por nuestra experiencia en la integración de diferentes tipos de tecnologías, sabemos que en los vehículos tradicionales el motor de combustión interna dicta en gran medida cuál será su estructura. Ubicado generalmente en la parte delantera, este componente ha sido optimizado durante décadas para conseguir mejores prestaciones con menos consumos y emisiones. Todo esto unido al revisado diseño de la plataforma que, mediante materiales innovadores y técnicas de soldadura tradicionales, busca el equilibrio perfecto entre peso y resistencia. Como resultado se obtiene el diseño robusto y familiar que conocemos.
Sin embargo, en la actualidad dentro del sector hacemos frente al desafío colectivo de buscar una mayor eficiencia y reducir el impacto ambiental de cada nuevo modelo de combustión. Innovar en este campo implica la habilidad de realizar pruebas exhaustivas y evaluaciones de rentabilidad antes de introducir cualquier cambio en el proceso de montaje.
Vehículos eléctricos: Innovar para aligerar el peso
Los vehículos eléctricos garantizan cero emisiones en gases de escape, además de viajes silenciosos y suaves, lo que los convierte en una excelente opción para quienes realizan trayectos más cortos. En estos casos, el equipo de ingenieros de ARITEX trabaja en proyectos en los que la batería es el elemento central, ya que ocupa gran parte de la zona inferior del chasis del vehículo eléctrico, desde los asientos delanteros hasta el maletero. Este factor obliga a un rediseño completo de la estructura para repartir con equilibrio el peso y el volumen.
Para compensar este peso adicional, los fabricantes recurren a materiales como el aluminio o el acero Usibor® para técnicas de estampación en caliente en la carrocería, lo que ayuda a reducir tanto el número de piezas como el peso total del vehículo. De igual forma, como la seguridad sigue siendo un aspecto primordial, en las zonas más críticas —como los laterales, el frontal y aquellas que sujetan partes importantes de la estructura (batería o motor)— se utilizan materiales de alta resistencia, que aportan ligereza y dureza extra.
Debido al uso de nuevos materiales, las técnicas de unión también han evolucionado. El remachado, el clinchado y el atornillado son ahora más comunes que la soldadura tradicional, ya que esta no es eficiente. Además de consumir menos recursos, facilitan los procesos de unión de la carrocería y aportan flexibilidad al producto final.
Vehículos híbridos: Técnicas adaptadas
Los coches híbridos ofrecen un equilibrio entre la potencia eléctrica y la eficiencia del combustible fósil y son perfectos para aquellos que buscan flexibilidad durante largos trayectos en carretera porque combinan lo mejor de ambos mundos: motores de combustión interna y baterías eléctricas.
En estos casos, la plataforma se asemeja más a la de los automóviles de combustión, pero se deben introducir algunas modificaciones para alojar la batería adicional, lo que generalmente significa dejar menos espacio al habitáculo y maletero. A pesar de estos cambios, muchos de nuestros procesos de fabricación y ensamblaje siguen siendo los mismos. Con breves adaptaciones, nuestros equipos integran los componentes eléctricos de los vehículos híbridos, algo que facilita la transición a los fabricantes y permite que los usuarios accedan a esta tecnología sin grandes cambios en el diseño y la funcionalidad de su automóvil.
El proceso de industrialización
Especialmente en las últimas tres décadas, en ARITEX hemos participado en la evolución de la fabricación de vehículos, sabiendo adaptarnos y evolucionar en cada proceso de cambio. En el pasado, los tiempos de ciclo durante la fabricación eran más largos y había menos procesos automatizados. Hoy en día, la automatización de los procesos de soldadura y montaje está presente en casi el 95 % de las líneas de fabricación, un factor que aporta calidad, eficiencia y velocidad en cada fase del proceso.
Incansables y precisos, los robots industriales se encargan de realizar tareas más pesadas y a la vez delicadas en los procesos de formación de la carrocería. Por su parte, los AMR (robots móviles autónomos) navegan con autonomía por la planta, transportando materiales y piezas con eficiencia. Mientras que los robots colaborativos, aunque menos comunes debido a su menor capacidad de carga, asumen en ocasiones tareas de montaje repetitivas y sencillas, como el etiquetado y la manipulación de pequeñas piezas eléctricas.
Desde el diseño meticuloso hasta las pruebas finales, cada vehículo se somete a un riguroso proceso para garantizar que se cumple con los estándares de calidad más exigentes. Si quieres saber más sobre cómo es el proceso de integración en la industria automotriz, te invitamos a continuar tu lectura leyendo este artículo donde te lo explicamos en detalle.
Con una sólida experiencia en gestión de proyectos y una capacidad única para adaptarnos a los estándares específicos de cada cliente en ingeniería mecánica y eléctrica, en ARITEX proporcionamos soluciones integrales y personalizadas que aseguran la máxima calidad y eficiencia en la fabricación de automóviles. Contáctanos y cuéntanos en qué consiste tu proyecto para descubrir cómo podemos ayudarte.